lunes, 21 de mayo de 2007

EL CUBO - Fragmento I

(Lo siguiente corresponde a un poema mas o menos grande que estoy haciendo.
No me estoy precipitando, lo hago dia a dia, alimentado un poco por lo que me pasa,
por lo que veo y lo que siento...en relacion a varios temas.

Aqui va lo que llevo hecho hasta ahora.
Un abrazo.)


El Cubo

Llamadme El Cubo buenos labradores,

ciegos impertérritos, sucios armadores,

que se pierden en su diáspora personal

tal como un siervo abandonado

que raspa sus ojos con la ultima sal,

ignorante de mi existencia, mi poder y mi presencia,

que lo enceguece, lo condena y lo entumece

al hielo eterno de la ausencia

de la definitiva palabra primal.

Soy la ira del hombre en control,

encerrada en mis marmóleas costillas grises.

unas, llamadas Aire y Armonía, las mas altas,

que moldean con paso triste

la fase primigenia del árbol sin sol.

otras, las mas diminutas,

pero Aun mas pétreas y absolutas,

ergo y Areté, las mas bajas,

que hacen de las vidas

un bello canto de arcilla y paja,

mas sin causa, trazo ni trascendencia,

solo una oda a la ausencia,

una alegoría al soneto final.

Soy eterno, como el cielo virgen,

ese que las sencillas ovejas sordas contemplan,

ignorantes de las cuerdas de mi ciencia

que con siniestra y elevada magnificencia,

hacen de sus trancos una diminuta reminiscencia,

la que los necios pastores solo asientan,

tal como el designio mordaz les ha dictado,

simplemente venerar el misterioso entramado.

construido con vuestra impaciente ignorancia

de los pergaminos del escriba universal,

transmutados por vosotros en sangre, hierro,

fuego, lujuria y mal.

Soy la justa rebeldía de vuestro corazón,

frente a frente encarando a los hombres libres

que quieren ser vuestros remos, negarles a la razón,

la aureola dantesca que les ha sido otorgada,

que centra vuestras miradas, aplaca la pasión,

las trabaja con fuertes colores fundamentales,

principios sacros, pigmentos primales,

dándoles a vuestras telas vida y color,

presentándola a vuestro propio universo interno,

nombrándola con el nombre del Amor.

Soy la venda en los ojos de la noosfera,

que cubre a los hombres, a las aguas y la tierra,

cegando corazones, nublando los clamores

de las ovejas pasmadas en si mismas

que sólo desean caminar limpiamente,

libres de cuerpo y erguidos de mente,

sin apuro, sin piedras, látigos ni imposiciones,

simplemente vítores, simplemente amores.


(Esto se esta escribiendo dia a dia gente, asi que, de cierta forma, lo hacemos juntos.)

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