Puntos difuminados en el cielo florecido,
son las auras de los lobos caídos
en los calabozos de Leviatán.
Charcos resecos, penitentes y raídos,
son el pacto con el Avatar.
Aullidos inertes sin cuerpo ni materia,
Trasquilan la sangre propia y vacían las arterias
de los lobos bastardos, prófugos de Sumeria.
Es el reto a la vida misma,
a la piel, la savia y a
que parece ser un círculo cerrado,
Sin pies ni cabeza,
tampoco un corazón propio
para ser adorado.
¡Calla león interno, calla de una vez!
Dicen los lobos caídos sin remedio ni revés,
como un artero bufón ladino,
sin alma, ni mente, solo pies.
Pacto con el monstruo marino
siniestro y perdido en si mismo,
con sus garras de sabor cetrino,
y sus fauces como el abismo,
son la ley para lobos cansinos.
¡Destrucción lobos bastardos, destrucción!
De lo calmo, lo penoso y establecido
con el yugo de la fuerza, la ira,
la sucia mentira de la furia arpía
moldeada en las gredas de espiritual opresión,
que atrapan los sueños, anulan el alma
Y enmudecen la pasión.
4 comentarios:
disculpa por no postiar mas. ni siquiera me habia metido al blog. pucha de verdad que no tengo ni tiempo casi no me ven en msn ... la universidada me tienen en un estado de incomunicacion
DISCULPA!!!!!!!!!!!
Uuuh.. viste que igual te comentan?..jajaja..
me sonó como a un grito contenido... no sé si me gustó, pero sigue subiendo mas.. me gusta revisar este rincón de vez en cuando
Usted y su eterno conflicto con mi veta lirica.
jajaja.
Un grito contenido?
demas.
Aunque uno parece ser mas un lobo cansino que un lobo bastardo.
Eso.
viva la ACONPECH!
jajaja..
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