Lobo incendiario,
terrenal diadema
que quiere ser egoísta,
morir para
cerrar el dilema,
¡Calla tu vientre arcano.
Olvida los ojos
Y besa tus manos!
Ahógate
en tu fango,
lento, lento.
saborea tu beso
con la luna,
que te encadena
y te hace humano,
hombre, animal
bestia, solo una.
Irreal manjar
que te corroe,
es el sacrificio,
construido
con los oídos,
que escuchan
la misma canción,
que eleva el alma,
y aplaca la pasión.
Terrenal fuente
de la ira,
que te rompe
día a día,
ciega en la noche,
divina alegría.
Opereta
sin luz,
como el paciente camino
a las puertas latentes
del portal del silencio,
de la angustia,
La rabia y el dolor…
Ese es el apócrifo
Llamado “Amor”.
sábado, 10 de marzo de 2007
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